Son de sobras conocidas las propiedades físicas del cabello en el ser humano, su valoración para ciertas personas, nos permite efectuar el siguiente comentario basado en una curiosa información publicada en el magazine XL Semanal, de fecha 11 de Diciembre de 2016 y que reproducimos íntegramente, admirando la fe de estas personas, que en ingente cantidad acuden a su templo, para ofrecer muy devotamente sus abundantes cabelleras.
Las ofrendas de pelo a los dioses alimentan un negocio millonario: las donaciones acaban convertidas en pelucas y extensiones en occidente.
Estas cabelleras poseen una textura sedosa natural, debido en buena parte porque para su cuidado, no se utilizan productos artificiales.
Como he señalado en otros comentarios, las técnicas empleadas para divulgar las modas en nuestra sociedad consumista, propicia un desgaste constante en nuestros martirizados cabellos. Coloraciones agresivas “Californianas”, mechas “extremas”, secados “infernales”, planchados “abrasivos”… Provocan en nuestros sufridos cabellos, una interminable necesidad de aplicar una generosa lista de “maravillas cosméticas”, fáciles de ser aplicadas en el propio domicilio, ignorando cualquier técnica profesional.
No en vano el pelo de las indias es el más codiciado del mundo por su sedosa textura natural y porque prescinden de productos artificiales para su cuidado.
Nuestras “modas”, obligan a comprar unos tipos de cabellos, cuya calidad reconocida es debido a no utilizar cosméticos.
Comentario que expongo con la sana intención de que sepamos valorar al máximo la calidad de nuestro servicio, procurando prevenir antes que necesitar curar.