La comunicación que perciban nuestros/as clientes/as, puede ser muy variada. LA AGRUPAREMOS EN DOS TIPOS: No Verbal y Verbal
NO VERBAL: es la que se percibe de nuestro salón. Tenemos dos tipos:
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EXTERIOR, fachada, escaparate, rótulos, imágenes, logotipo, etc.
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INTERIOR, como presentamos nuestro salón, distribución color, ambiente, mobiliario, decoración, higiene, vestuario, presencia del personal, gestos, movimientos, peinados y maquillaje nuestros y de nuestros empleados, complementos, invitaciones, café, refrescos, videos, revistas, etc. etc.
DEBEMOS DE SER MUY CRÍTICOS, en estos apartados, el dicho que, UNA IMAGEN VALE MAS QUE MIL PALABRAS, TIENE TOTAL VALIDEZ. Nuestro salón, debe mantener todas estas condiciones, en cualquier momento de la jornada laboral.
VERBAL: atañe totalmente a lo que decimos, y como lo decimos. Evitar conversaciones conflictivas como por ejemplo: política, religión, sexo, futbol, etc. Y toda conversación que pueda crear discrepancias de opiniones. Hablemos de modas, adaptadas a cada persona, resaltar “POSITIVAMENTE” características de sus cabellos o tipo de piel, proponiendo oportunas y siempre “personalizadas” soluciones.
Al mirarnos en el espejo, somos benévolos con la imagen reflejada. Como expresa el dicho clásico, vemos la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el propio.
Seamos prácticos, expliquemos detalladamente las necesidades, proponiendo lógicas soluciones en futuras visitas a nuestro salón, seamos pacientes en el trato, hablar sosegadamente, sepamos escuchar, procurar estar a la altura o nivel cultural de nuestros clientes/as, nuestro público puede ser variadísimo, toda clase de personas necesitan de alguna forma nuestros servicios.