En nuestros últimos artículos, exponemos con gran inquietud la situación crítica que padecen muchos profesionales,
Tanto de peluquería como estética, ante la pérdida de servicios en sus salones.
Se han reducido plantillas de empleados y la considerable merma en los ingresos dificulta el cubrir los gastos básicos.
Por su parte los grandes fabricantes de cosméticos, intensifican sus campañas publicitarias, divinizando las bondades y maravillas de sus productos, hasta extremos que causan rubor.
Las imágenes publicitadas, perfectamente retocadas en laboratorios de su especialidad, olvidan mencionar cualquier técnica especial en la aplicación de sus productos. Su recomendación fundamental, “aplicar generosamente en el propio hogar”.
Reproducimos el contenido de algunos folletos y material publicitario de diferentes marcas.
Bondades de una marca de tinte
Invasión publicitaria sin precedentes. Revistas, prensa, vallas, televisiones, encuestas, impulsan cientos de miles de impactos publicitarios, consiguen la revolución de un sin fin de mujeres buscando desesperadas los salones de “tal marca”.
Modestamente, rogamos a los señores publicistas, revisen algunas expresiones que utilizan en sus anuncios. Aportamos sinónimos de la mencionada frase. “Invasión”, según define diccionario de la r.a.e.
Ocupación,-asalto-.ataque,-incursión,-irrupción,-asedio.
Penetración,-plaga,-allanamiento,-conquista.
Correría,-infiltración, -ofensiva,-oleada,. etc.etc.
El mensaje que se trasmite, lo explica todo, vender su marca “sea como sea”.
Continuamos reproduciendo bondades “publicistas”.
Antes existía la coloración, ahora “nina-nino”. Numerosas patentes, para unos colores mucho más luminosos, puros, intensos, radiantes, cobertura total de las canas, semanas y semanas de nutrición e hidratación mas que intensas. Sin ningún olor molesto, sin amoniaco, optimizado confort del cuero cabelludo y sus contornos, potencia del color infinitamente sublime , brillo que deslumbra “se recomienda usar gafas solares “ nueva mezcla 1 + 1, más simple “ la de toda la vida” tecnologías oleosas s.d.c. “sistema difícil y complejo” difusión con emulsión aceitosa de alto poder equilibrante. Prueba instrumental respetuosa con los lípidos y aminoácidos componentes de le estructura capilar en toda su extensión, mima la queratina, potencia el córtex, redefine la cutícula, equilibra los pigmentos, exclusivo sistema de coloración con el máximo respeto del cabello y cuero cabelludo.
Sin embargo, parece ser que tantas bondades no son suficientes, y siguen recomendando.
Para completar el servicio , lavar con un champú, que nos aporta,- formulación revolucionaria,- sistemas de composición única,-escudos anti desgastamiento,- anti oxidación,- brillo deslumbrante,- máxima intensidad en la fijación del color.
Seguimos aplicando mascarillas, serums, sprays, termo protector del calor, selladores de cutícula, fijadores del pigmento, espumas voluminizadoras de máxima consistencia exentas de residuosidad opalescente.
Completamos con lacas de acabado, filmógeno, con superposición programada de fijación personalizada, adaptada a la cutícula queratínica con intensidad graduable según climatología y región geográfica.
No ponemos en duda la calidad de la mayoría de estos productos, pero si consideramos oportuno formular la siguiente pregunta.
¿Qué coste tienen estas “invasiones publicitarias” sobre el precio final del producto?
¿En qué lugar quedan los profesionales de este sector?
¿Consideran que la opinión del profesional no cuenta?
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Numerosas agrupaciones de signo ecologista, promueven campañas encaminadas a reducir la ingente cantidad de “residuos” que la dinámica de nuestra “sociedad de consumo“ constantemente genera. Compramos infinidad de artículos, cuyo “envase físico” no siempre es reciclable, y “fabricamos montañas de basura” de imposible eliminación. Creando un grave problema de contaminación física y ambiental, el sector cosmético, contribuye generosamente al crecimiento de estas “problemáticas montañas”.
La cantidad de frases cautivadoras, que la publicidad nos trasmite, crea un problema mayor, “otra inmensa montaña”, de adjetivos cuya finalidad es envasar con reiterada y atractiva palabrería, la no siempre satisfactoria calidad de su contenido.
Todo lo presenta fácil, conseguir infinitos placeres sin el menor esfuerzo, año tras año, temporada tras temporada, producto y más producto, gasto continuo y permanente insatisfacción.
Los creadores de estas frases, divulgan constantemente sus mensajes manipuladores, condicionan nuestras decisiones, motivando una muy bien “estudiada necesidad” de placenteras, pero a su vez muy efímeras sensaciones.
Resumiendo: se fabrican “montañas de residuos gramaticales” saturadísimos convenientemente de frases aderezadas mucho más difíciles de eliminar de nuestra mente y por supuesto más perjudiciales que los envases físicos.
Realizamos este comentario, analizando modestamente la situación económica que actualmente padecemos, animando a los profesionales que ejercen en estas creativas profesiones, para que expliquen adecuadamente la “importancia de sus técnicas” y así lograr que sus clientas/es, busquen siempre de ellos el imprescindible “consejo profesional” sin imposición de producto ni marca.
Opiniones que formula: Manuel Badia
Formador vocacional de alumnos de Peluquería.
